El estado subsidiario sigue siendo beneficioso para los empresarios de la salud, en tanto el Estado chileno persiste en su intención de externalizar el servicio de prestaciones en clínicas privadas  o de traspasar a privados la responsabilidad de construir y administrar hospitales públicos. 

Era de esperar: el Gobierno de Sebastián Piñera, en observancia del más que cuestionado principio de la alianza público-privada (es decir, los beneficios son privados pero los costos son públicos) que existe en régimen desde hace ya varias décadas, terminará transfiriendo más recursos a los prestadores privados, especialmente a las clínicas. Eso al menos salta a la vista con el solo hecho de observar con detención las claves contenidas en el proyecto de presupuesto de salud para 2019.

Matías Goyenechea, de la Fundación Creando Salud.

“Se mantiene y se profundiza la lógica del Estado en tanto sigue comprando sistemática prestaciones en el mundo privado, o derechamente subsidiando las prestaciones que entrega”, dice Matías Goyenechea, Presidente de Fundación Creando Salud, quien se refirió así al detalle del ítem del proyecto fiscal con miras al próximo año. “Para 2019 se plantea un gasto de 1.290 millones de dólares, un presupuesto bastante abultado que bien podrían financiar la construcción de cuatro hospitales de alta complejidad”, señala el cientista político y economista experto en gestión de salud.

El detalle presupuestario también deparó sorpresas: “El Estado le pagará a los concesionarios de hospitales 28 millones de dólares para pagarles el IVA, en circunstancias que los concesionarios no pagan IVA”, agrega, con cierta dosis de estupor. “Encima el 55% del total del presupuesto de la Subsecretaría de Redes Asistenciales será transferido a pagar a concesionarios de tres hospitales”, dice luego Matías Goyenechea.

Asimismo, sostiene que, al menos en lo que respecta a la inversión sectorial, se aprecia una disminución del 7,5% para nuevos proyectos, al mismo tiempo que se aumentan en un 29% los recursos para equipamiento y anticipos para contratistas. “Aquí ha habido una política sistemática de 30 o 40 años de empequeñecimiento del sector público para favorecer el crecimiento del sector privado. Continúa el aumento gradual de recursos fiscales al sector privado, especialmente a las clínicas”, concluye.

Mira un clip explicativo referido a los grandes males de la salud chilena.

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El Soberano

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1 comentario

  1. La derecha sigue su camino de deborar al sector publico y el regimen avala todas estas prácticas y la contraloria como si lloviera ……en general una mafia

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