Seis países de África han sufrido golpes de Estado conformando una línea que se extiende de costa a costa a lo largo de más de 5500 kilómetros, y que se ha convertido en la franja de gobiernos militares más extensa del planeta. Se trata de países controlados por juntas militares que en casi todos los casos llegaron al poder en los últimos dos años por un profundo sentimiento anticolonialista.

El 26 de julio, la guardia presidencial de Níger, liderada por el general Abdourahmane Tchiani, dio un golpe de Estado y detuvo al presidente Mohamed Bazoum. En un mensaje emitido por la televisión nacional, el general Amadou Abdramane declaró que habían derrocado al presidente Mohamed Bazoum, suspendido la Constitución de Níger y creado el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP).

Actualmente, están en curso negociaciones entre los autores del golpe y la persona enviada por la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) en relación con la restitución del presidente Bazoum, que sigue bajo custodia de la guardia presidencial.

Amnistía Internacional hizo un llamado a que toda persona detenida tiene derecho a conocer las razones de su detención, a tener acceso a un abogado o abogada, a ser llevada ante la autoridad judicial en un plazo razonable y a impugnar la legalidad de su detención.

Níger es uno de los países más pobres del continente africano y depende en gran medida de la ayuda internacional. Por lo que el exitoso golpe de Estado podría causar más dificultades a millones de personas y generar una crisis humanitaria. Además, las tensiones en África Occidental por una posible reacción de la Comunidad Económica de Estados de África (Cedeao) amenazan aún más las relaciones internacionales.

France 24

Por su pate, la organización Human Rights Watch (HRW) ha alzado su voz con urgencia y firmeza hacia un grupo de militares de Níger, instándolos a restaurar «inmediatamente» los Derechos Humanos fundamentales y asegurar la protección de los civiles, tras protagonizar un golpe de Estado el miércoles pasado.

En un comunicado oficial, HRW ha hecho hincapié en la importancia de garantizar un trato respetuoso hacia el depuesto presidente, Mohamed Bazoum, así como hacia el ministro de Interior, Hamadou Adamou Souley, y todos los demás funcionarios que se encuentran bajo custodia del Ejército.

La ONG ha instado además a los militares a proporcionar de manera inmediata un cronograma específico para el regreso a un gobierno civil democrático y defender el derecho fundamental de todos los nigerinos a elegir a sus líderes.

El Ministerio del Interior de Níger anunció el jueves la prohibición de manifestaciones públicas en el país, después de que manifestantes irrumpieran en la sede nacional del principal partido gobernante, generando un escenario de violencia e inestabilidad.

África vive una transformación

El golpe de Estado en Níger ha hecho sonar las alarmas en la Unión Europea (UE) y EE.UU. y les ha obligado a volver la mirada hacia la inestable región africana del Sahel.

El Sahel es una ecorregión de transición entre el desierto del Sáhara y la sabana, que se extiende de este a oeste del continente, e incluye a varios de los países más pobres del mundo. Son estados con instituciones débiles y corruptas, que no controlan totalmente sus extensos territorios, pero con poblaciones jóvenes desempleados y en aumento. 

Las rutas que la cruzan desde hace siglos, entre el Golfo de Guinea y el norte de África, y entre la costa Atlántica y el interior, son hoy usadas para el tráfico de drogas, armas y personas

En las últimas dos décadas, el yihadismo se ha extendido, aprovechando conflictos tribales, étnicos y económicos. Grupos afiliados a Al Qaeda y al Estado Islámico, además del nigeriano Boko Haram, cometen tanto atentados como verdaderas acciones de guerra asimétrica, que han provocado decenas de miles de muertos y el éxodo de poblaciones enteras. Su foco es la llamada “zona trifonteriza“, donde se unen Níger, Burkina Faso y Mali. 

Francia, la exmetrópoli colonial, puso en marcha la operación militar Barkhane y fomentó la cooperación regional con la creación, en 2014, del G5Sahel, del que forman parte Mali, Mauritania, Níger, Burkina Faso y Chad. 

Pese a la eliminación de sucesivos líderes yihadistas, la estrategia no ha conseguido sus objetivos: los atentados continúan, e incluso han aumentado en letalidad y radio de acción, mientras el G5Sahel está prácticamente desactivado. 

Después del golpe de Estado en Mali (2021), París decidió desescalar su presencia militar en la zona y trasladar a sus tropas a Níger, donde actualmente tiene unos 1.500 soldados

El profundo malestar con la ex colonia francesa ha despertado el apoyo del golpe, haciendo ondear banderas rusas y corean lemas a favor de ese país y contra Francia. 

Fuente RTVE, Amnistía, Human Right Watch

El Soberano

La plataforma de los movimientos y organizaciones ciudadanas de Chile.

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