La escuela comunitaria KIMUN está situada a los pies de los cerros de Limache, región de Valparaíso, Chile. Adolfo Estrella, de la Fundación DARE AUDE, nos comparte parte de las conversaciones obtenidas con algunos de sus miembros, durante el taller “Educación Ecosocial: la escuela como ecosistema, en el contexto del colapso ambiental y el enfoque del decrecimiento”.
Dare Aude es una Fundación especializada en prácticas colaborativas y auto-reflexivas, que permitió a la escuela KIMUN pensar acerca del papel que tiene la escuela como actores relevantes de una educación ecosocial que vaya más allá de ecologizar el currículo. Tal como dice el sociólogo Adolfo Estrella, “el más allá quiere decir en este caso, aceptar que la situación límite en la que nos encontramos nos enfrenta directamente a cuestiones de supervivencia, literal no figurada, donde la escuela, entendida como un ecosistema activo tiene mucho que decir y hacer”.
¿Cuándo nace KIMUN?
Desde hace siete años KIMUN desarrolla un proyecto de educación vigoroso y honesto, lejos de las modas pedagógicas, que cree en lo comunitario y en las posibilidades reales de estimular las capacidades creativas y colaborativas de alumnos, docentes, cooperantes, madres y padres. KIMUN se inserta físicamente en el espacio de “Bello Barrio”, el proyecto de un grupo de familias que busca vivir en una comunidad autogestionada. La iniciativa nació al interior de una “toma” en el cerro San Roque de Valparaíso, alrededor del año 2000.
¿Cómo es cotidianamente la actividad de KIMUN?
La escuela comunitaria KIMUN es un proyecto vivo en constante transformación y aprendizaje: es un espacio donde hay mucho movimiento, siempre están sucediendo cosas. No hay nada estático. A lo largo de los años hemos ido aprendiendo a partir de la experimentación, la exploración, la investigación, la creación, la colaboración y el diálogo e intervención en su entorno natural y social.
¿Qué significa ser un proyecto vivo?
KIMUN es un proyecto y un ecosistema activo y proactivo, que entiende que la organización social de la escuela, es decir, sus funciones, sus roles, la estructura de sus tiempos y espacios internos y su relación con los externos etc. son tan importantes como los contenidos curriculares. Los talleres son una forma habitual de la práctica pedagógica y didáctica del colectivo KIMUN, que ha repensado la estructura curricular y organizativa de la escuela.
KIMUN vive y experimenta la horizontalidad y la colaboración entre todos sus participantes. Es una escuela donde existe una cofradía entre los más grandes y los más chicos rompiendo fronteras interiores clasificatorias por grados y permitiendo el flujo información y prácticas siempre atentas a la escucha de las diversidades y, al mismo tiempo, construyendo comunes. Es un espacio donde se promueve la participación y el compartir.
Equipo KIMUN
En este sentido, ¿qué entiende KIMUN por aprendizaje?
KIMUN es una comunidad que aprende de sí misma y de su entorno mediante procesos de observación y autobservación. El cerro, el bosque, las naves de tomates, la cancha, son parte de nuestro ecosistema. Las prácticas de observación quedan registradas en la memoria colectiva. Nosotros tenemos bitácoras de observación, todos los días nos sentamos a escribir lo que estamos observando. Y también el colectivo ha desarrollado una observación bastante completa del sistema educacional formal que es lo que nos ha permitido construir más rápido una alternativa. Conocerlo muy bien nos ha permitido ser distintos.
¿Qué papel tiene el juego dentro de las didácticas de KIMUN?
La escuela KIMUN es un sistema que pone atención, escucha; es decir, observa y valora lo imprevisto y, por lo tanto, reconoce el valor del descubrimiento de los niños. Ellos juegan y observan mucho. Hoy jugaron, con barro y jugaron un tiro al blanco que inventaron ellos. Y descubrieron que hay barro que se queda pegado y otro que no se queda pegado. Empezaron ellos mismos a definir límites en el mismo barro. Esto, confirma que el juego es un buen método de conocimiento, es un buen camino dejar que jueguen y adaptarse uno al ritmo de las niñas y los niños y a las diferencias de cada uno. Y también confirma que se puede aprender de ellos, si hay disposición para hacerlo. “Hoy me he dado cuenta de varias carencias que tenía y que me las dijeron ellos”.
¿Qué importancia le otorgan a la creatividad dentro de sus prácticas pedagógicas?
Sus actividades cotidianas incluyen la creación y la inventiva, dejando de ser un sistema trivial que sólo repite y evalúa un currículo que viene diseñado desde el exterior. Se estimula la capacidad creativa y colaborativa de todos, pero la tarea no es fácil. La colaboración y la participación en contextos de fuerte individualismo es difícil llevarla a la práctica. Hay niños que tienen muchos conocimientos, pero cuando se les invita compartir o a crear con otros, les cuesta mucho, y eso también estimula los educadores a analizar cómo fue su propio proceso de formación para ver si estamos repitiendo de la forma en que nosotros también aprendimos. Esto significa una constante revisión de la propia práctica docente.
¿Cómo se relaciona KIMUN con su entorno?
KIMUN es un ecosistema dialógico y abierto a lo que sucede más allá de sus espacios de vida y trabajo interiores. Observa y experimenta en su entorno: es una escuela ancha y expandida. Tenemos un taller de pedagogía del territorio donde vamos con los niños a veces a los cerros, a veces a la cancha. Por eso, nuestro más claro método de aprendizaje es la experimentación y en ese sentido no es sólo este espacio, sino que tenemos una escuela ancha. Porque pensar una escuela sin tomar en cuenta el entorno es encerrarte y estar en una jaula. Es una escuela que poco a poco se ha ido integrando con el barrio de La Paloma que lo circunda. El jardín a infantil se llena de niños de la población y la gente del barrio ha ido pensado que KIMUN es un espacio alternativo donde es posible enviar a sus hijos”.
¿Qué tipo de conocimientos se incluyen en el currículo de KIMUN?
En un contexto de crisis medioambiental son muy relevantes los vínculos y en este sentido tenemos que generar colaboración, tenemos que generar comunidad, interna y externa. Y también pensar en lo que necesitamos hoy, en lo urgente generando autonomía. Por eso se ha diseñado el Taller Productivo donde los estudiantes están aprendiendo a elaborar productos naturales, a hacer su propia pasta de dientes. Después, durante el año, va aparecer el taller de tecnología sustentable, el taller de mecánica, porque la urgencia es que ellos sean más autónomos, que puedan preparar su alimento, su vestimenta”
Agradecemos las opiniones de Maritza, Valentina, Patricio, Papita, Daniela, Mona, Cristian y Cristián, a partir de las cuales se ha redactado este texto.