- Cubrimos historias sobre Derechos Sociales y Medioambiente.
- Lo hacemos con un enfoque de derechos humanos y un compromiso con la equidad de género.
- Acercamos los derechos humanos a la vida diaria de las personas.
De pronto en Chile nos habituamos a que destruyéramos el patrimonio arqueológico para favorecer la realización de un rally, que empresarios agrícolas se apoderaran del agua o que intervinieran un río para desarrollar un proyecto energético, o que se destruyese un edificio antiguo para construir en su lugar un inmueble sobre toda norma, sin los permisos respectivos, afectando la calidad de vida de los vecinos.
Nuestro país parece haber metabolizado lo anómalo, aquello que es poco legítimo, ético o estético sólo porque el acto puede estar revestido de legalidad.
¿Podría ser distinto cuando los chilenos hemos naturalizado situaciones que resultan aberrantes a ojos del mundo? Una educación convertida en negocio; una salud cuya calidad está sujeta a la capacidad de pago de quien no ha elegido enfermarse; un sistema de pensiones único en el mundo, que a través del ahorro individual fortalece el mercado de capitales pero no sirve para pagar buenas jubilaciones.
Lo anterior obedece a una concepción de mundo que cree lógico que Chile deba ordenar su institucionalidad en pos de crear oportunidades de negocios o de favorecer el enriquecimiento de particulares, lo que ha hecho infatigablemente desde la dictadura por la vía de subsidiar (directa o indirectamente) la actividad económica de grandes empresarios en aras de lograr “desarrollo”, la mayoría de las veces a costa de perjudicar a las personas.
La connivencia incestuosa entre política y negocios impacta directamente en la calidad de vida de las personas y en la salud democrática de un país.
En este contexto, El Soberano aparece como una plataforma informativa independiente para la ciudadanía, que busca demostrar la relevancia de avanzar en derechos sociales y cuidado del medioambiente. Lo hacemos con un enfoque en derechos humanos, para acercarlos a la vida diaria de las personas, y con compromiso con la equidad de género.
El Soberano es un lugar de encuentro que posibilita el diálogo entre quienes pugnan por un Chile más justo e inclusivo.
Sólo el pueblo organizado es soberano de su destino.