No pocos aspirantes a convertirse en convencionales han explicitado su carácter “animalista” (calificados por sus críticos como “perristas” o “mascotistas”). De esta forma, se corre serio riesgo de que esos grupos fundamentalistas puedan plasmar en la Carta Magna una defensa tan irrestricta como irracional de los animales domésticos “de vida libre”, entre los que destaca […]