Abordar de manera integral los cuidados y la sostenibilidad de la vida es clave. Ponerlos en el centro empujará al resto de la política pública de manera transversal, sostienen los movimientos sociales y feministas. Aquí proponen transformarlo todo a partir de la nueva Constitución para Chile.

Ante el proceso constituyente que estamos viviendo en Chile, movimientos sociales y feministas agrupados en la Red Feminista por los Cuidados plantean que los cuidados deben ser un eje fundamental de la nueva sociedad que buscamos construir. En ese sentido, es necesario asumir que las personas no somos independientes sino, muy por el contrario, interdependientes y ecodependientes. Necesitamos de otras personas y de la Naturaleza para vivir.

Estos son 5 elementos clave que proponen para que Chile tenga la primera Constitución Feminista del mundo:

  1. Los cuidados deben influir en materia fiscal. Esto permite redistribuir los recursos y los tiempos y para empujar la urgencia de garantizar los derechos sociales de manera universal.
  2. Los cuidados deben ser considerados orientadores de la política pública. Esto significa incorporar las agendas transformadoras que han instalado trabajadoras de casa particular, cuidadoras no remuneradas y luchadoras medioambientales en el debate público.
  3. Crear mesas vinculantes con estas organizaciones. Permitirá una visión realista sobre cómo se resuelven las necesidades de cuidado de gran parte de la población. Permitirá decidir de manera democrática cómo se redistribuirán estas actividades.
  4. Levantar una alerta ante el avance de los discursos neoliberales sobre los cuidados. La mercantilización y la precarización laboral actual de los servicios de cuidado son señales de cómo el sistema ha definido la organización social de los cuidados en una dirección contraria al buen vivir. Ante la atractiva propuesta de considerar a los cuidados como actividades dinamizadoras de la recuperación económica, se podrían crear nuevas formas de explotar y precarizar a las personas que proveen cuidados. Esto puede profundizar las lógicas de mercado en su ejercicio.
  5. Cuestionar el concepto de familia y debatir su rol como proveedor principal de los cuidados. Bien sabemos que no son las familias en su conjunto quienes asumen esta responsabilidad, sino que han sido las mujeres y los cuerpos feminizados quienes se han hecho cargo de la reproducción social. Hablar de familia esconde las diversas violencias patriarcales bajo el velo de lo privado. Hablar de familia niega otras formas de construir vínculos afectivos fuera de la heteronorma, impidiendo avanzar hacia alternativas comunitarias como base de la organización social.

“Considerar las lógicas del cuidado como horizonte en la economía es una posibilidad para avanzar hacia formas de intercambio que puedan darle un respiro al planeta y a nuestros cuerpos. Para esto la nueva Constitución debe superar las nociones neoliberales de independencia, crecimiento y acumulación, para poner en el centro la vida y los trabajos y actividades que la hacen posible”, dice la Red Feminista por Los Cuidados.

¿De qué hablamos cuando hablamos de “Cuidados”?

“Cuando hablamos de cuidados, nos referimos a los trabajos que nunca paran y que permiten sostener la vida, que se realizan tanto dentro como fuera del hogar, a cambio o no de un salario“.

Hablamos de labores que están presentes a lo largo de todo el ciclo de vida; del cuidado de la infancia, de las personas dependientes y adultas mayores, la salud y la educación y de todas las actividades de trabajo doméstico necesarias cotidianamente.

Hablamos del cuidado de los animales y la madre tierra, de los territorios y la defensa de las aguas y de la lucha por los derechos sexuales y reproductivos que permitan autocuidarnos.

Hablamos también de las estrategias de resistencia y protección colectiva entre mujeres, lesbianas y disidencias que permiten que la vida continúe, entre muchas otras expresiones cotidianas.

RED FEMINISTA POR LOS CUIDADOS

¿Por qué poner foco en los cuidados?

En un contexto de crisis múltiples, los cuidados en todas sus dimensiones han sido indispensables en la tarea de sostener la vida. Sin embargo, han sido mantenidos en la precariedad y falta de reconocimiento.

La pandemia y sus efectos han dejado en evidencia que el modelo capitalista, depredador de la vida y la naturaleza, es incompatible con el horizonte del buen vivir.

Ante esta realidad, los movimientos sociales y feministas manifiestan el imperativo y la voluntad de transformarlo todo, “desde la actual concepción de trabajo actual, que no se adecúa a los tiempos ni a las necesidades de la vida, hasta el modelo de producción y consumo que no respeta los límites del planeta y el sistema de reproducción social que se sostiene sobre las mujeres y cuerpos feminizados”.

La crisis de los cuidados en Chile

Para la Red Feminista por los Cuidados, muchas de estas esferas hoy en Chile son las más precarizadas y coinciden con las demandas más sentidas por la movilización popular ocurrida desde el 18 de octubre: salud, educación, pensiones, condiciones laborales, medioambiente, reconocimiento y no discriminación, la dignidad de la vida misma.

“Se vuelve claro así, y aún más con las medidas de confinamiento y la ausencia de apoyo del Gobierno para enfrentar la emergencia sanitaria actual, la profunda y estructural crisis de los cuidados que estamos viviendo”, señalan.

Revisa la declaración completa

Revisa la declaración completa firmada por los movimientos sociales y feministas agrupados en la Red Feminista por Los Cuidados y puedes adherir a ella firmando aquí.

Ana Arriagada

Periodista de la Universidad de Santiago de Chile, graduada del programa ejecutivo de innovación y liderazgo en medios de la Craig Newmark Graduate School of Journalism de CUNY. Co fundadora y directora...

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