Una dura crítica lanzó el secretario de Modatima y último Premio Internacional de los Derechos Humanos, Rodrigo Mundaca, en contra de la comisión que convocó el Presidente Piñera a efectos de enfrentar la emergencia hídrica que afecta a la zona centro del país. En palabras sencillas, el gobierno volvió a mostrar que su primera y última preocupación está con los grandes empresarios del país. Y las pruebas de tal objetivo saltan a la vista.
No hay dirigentes sociales, representantes de los crianceros que han visto morir a sus animales, representantes del mundo campesino ni alcaldes de zonas afectadas… No hay quien represente a las comunidades que beben agua de camiones aljibes. Tampoco están los técnicos o científicos generadores de todo el conocimiento que se necesita para sortear este complejo escenario hídrico. Nada. Lo que sí hay, y de sobra, son empresarios dueños del agua y responsables primeros de la privación hídrica a la que se ha sometido a casi tres millones de chilenos residentes en las comunas afectadas.
Según Rodrigo Mundaca, ingeniero agrónomo y secretario del Movimiento por la Defensa del Agua, Protección de la Tierra y Respeto al Medio Ambiente (Modatima), quien además fuera recientemente galardonado con el Premio Internacional de Derechos Humanos en Nuremberg, la «Mesa Nacional del Agua» tiene sólo un objetivo: salvar a las industrias extractivas que usan el agua y beneficiar a los que detentan los derechos sobre este vital recurso para la vida humana.
«Nosotros creemos que esta es una mesa de tres patas, o mejor dicho una mesa coja. Vemos que hay muchos representantes del empresariado, o bien autoridades políticas que han sido empresarios o bien han trabajado para ellos. Hay ministros que tienen derechos de agua, como el de Agricultura, Antonio Walker. Hay representantes gremiales, pero no hay nadie de la sociedad civil, lo que demuestra su escasa representatividad y sesgo ideológico si consideramos que todos los que integran la mesa son partidarios y defensores del actual modelo de gestión del agua», aseveró el dirigente social.
Hasta aquí sorprende, a decir a Mundaca, que ni siquiera las voces de los científicos sean tomadas en cuenta. A excepción del ministro de Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, cuyo rol es eminentemente político, no vemos a expertos en el cambio climático o en escasez hídrica, y en gran medida esto obedece a la una razón clara, según Rodrigo Mundaca: saben que la opinión de los expertos y científicos será muy contraria a los intereses que los integrantes de la mesa representan.
Al respecto recordó haber participado en un programa radial con un agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González, quien reconocía que el escenario de escasez hídrica obedece más al modelo de despojo y apropiación de agua para beneficio de las industrias extractivas que a los efectos de la emergencia climática que estamos viviendo. «Los científicos que han estudiado este tema no tiene dos opiniones al respecto», dijo Mundaca.
¿Qué debemos esperar de esta mesa? La respuesta del activista por el derecho humano al agua es atendible si consideramos la conducta histórica del gran empresariado chileno, ese que no tardará en exigir suculentas indemnizaciones por la cesión de derechos de agua (entregados gratuitamente en dictadura) o bien capturará los beneficios que generen las inversiones que deberá realizar el Estado en infraestructura.
«Yo creo que esta mesa persigue la búsqueda de una solución tecnológica a un problema que tiene que ver con la codicia y la concepción que tenemos en relación con la vida y el medio ambiente. Lo que se persigue es que el Estado corra con los gastos para beneficiar a los mismos de siempre, que son los mismos que han causado este problema, pues ese es precisamente uno de los rasgos del neoliberalismo chileno: privatizar las utilidades apropiándose de los recursos que son de todos y socializar todas las externalidades negativas que sus acciones generan», concluyó.
