La noticia generó escozor en millones de trabajadores que han visto desaparecer parte importante de sus fondos producto de la crisis económica provocada por la pandemia. En esta línea, Luis Mesina sostuvo que constituye un capítulo más en el largo historial de corrupción de las AFP, pero que reafirma el objetivo: la desaparición definitiva del sistema de capitalización individual y su reemplazo por un sistema de seguridad social.
“Simplemente se ríen de la pobreza. Esta es una acción más en una conducta permanente por parte de una industria parasitaria creada hace 39 años en dictadura”. Esa fue la contundente respuesta del coordinador de No Más AFP, Luis Mesina, ante las informaciones que apuntan a un inminente retiro de utilidades por parte de los accionistas de las AFP Provida, Habitat y Capital pese a las millonarias pérdidas que arrojó el sistema producto de la pandemia, las que llegarían, según estimaciones, a los 50 mil millones de dólares.
“Esta industria tiene muchos escándalos de corrupción a cuestas, como esa bacanal en el Caribe de AFP Capital que contó con la presencia del ahora ministro Jobet (Juan Carlos, titular de Energía). Provida ha negado pensiones de invalidez con trampas, Cuprum y Provida se coludieron para fusionarse con AFP fantasmas con tal de no pagar cientos de millones de dólares en impuestos. Esto simplemente consigue que acumulemos más fuerza para acabar con este sistema”, agregó Mesina, quien agregó: “Vamos por toda la cotización, no sólo por el 6% adicional. Pensamos que un 18% de cotización en materia previsional es un monto adecuado. También vamos a recuperar los fondos para crear un verdadero sistema de seguridad social”, avisó el dirigente social.
Mientras el movimiento suma apoyos parlamentarios en pos de derogar el decreto ley 3.500 que crea el sistema de capitalización individual, una de las exigencias del movimiento para encarar la crisis (sumada al uso de los ahorros previsionales y la suspensión del ahorro forzoso), Mesina criticó la mezquina respuesta del Gobierno a través de bonos.
“Escuchaba a Roberto Zahler, expresidente del Banco Central que integra el Foro por un Desarrollo Justo y Sustentable, donde están varias figuras como Ricardo Ffrench-Davies y Carlos Ominami, y ha dicho que no encuentra una crisis de magnitud similar en todo el siglo pasado, una crisis que ya venía con la guerra comercial EEUU-China y la quiebra de empresas. Bueno, el mismo Zahler propone una renta básica de entre 400 y 500 mil pesos por tres meses a lo menos. Una crisis extraordinaria obliga a medidas extraordinarias. Hasta ahora, Chile sólo ha gastado un 12% del PIB, mientras que en 2009 se gastó un monto cercano al 16% en circunstancias que fue una crisis menor. Chile tiene bajo endeudamiento y tiene fondos de emergencia que se crearon para enfrentar estas contingencias”, señaló el dirigente social, quien luego recordó que las mismas instituciones monetaristas sostienen que las economías emergentes “pueden endeudarse por el 50% del PIB. Chile no llega al 30%”.
Junto con criticar a figuras parlamentarias que, diciéndose progresistas, se empecinan en preservar un sistema de pensiones fracasado, Mesina criticó que la oposición no haya podido contener la solapada embestida neoliberal que impulsó La Moneda, y que logró la aprobación de la ley de teletrabajo (que aumentó la jornada a 12 horas) y que ahora pretende congelar las negociaciones colectivas. “Esto tiene furioso al pueblo. Lo del 18 de octubre no fue algo espontáneo, sino que es el hastío hacia la tolerancia de la que gozan las instituciones del Estado, además de las iglesias y las instituciones armadas. Todos permanecían impunes. Pues bien; todo eso se acabó”, afirmó Mesina.
Finalmente, el coordinador de No Más AFP desechó los “llamados a la unidad” extendidos por los líderes de los grupos económicos y La Moneda, al menos hasta que los trabajadores no gocen de los beneficios del crecimiento económico, los que hasta ahora quedan en manos de esos grupos que, señaló, “se han coludido contra los ciudadanos de Chile. Nosotros mismos como trabajadores los financiamos con nuestros ahorros previsionales vía compra de acciones, vía compra de bonos, y después vemos a París y Ripley acogiéndose a los beneficios del Plan de Protección al Empleo después de tener suculentas utilidades. Hay una dosis muy grande de injusticia. Ya no habrá otro cheque en blanco”.