Era la medida correcta sólo si se aplicaba desde un principio, tal y como lo habían anunciado expertos en la materia. La ONG también enfatizó en que el Gobierno debió haber escuchado a los actores sociales, gremiales y políticos que solicitaron desde un inicio un rol más activo de la atención primaria.
El miércoles pasado el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció que la trazabilidad de casos activos por Covid-19 y contactos estrechos, estará a cargo de la atención primaria, dado que, esta solo alcanzaba un 60% y, para que la medida sea efectiva, debe alcanzar el 80%.
En este contexto, el presidente de la Fundación Equidad, Tomás Lagomarsino, explicó que “en términos simples la trazabilidad es averiguar dónde una persona se contagió y a quién puedo contagiar antes que fuera diagnosticado para tomar medidas que impidan la propagación de la enfermedad”. Además, manifestó su molestia ante esta nueva medida al considerarla tardía. “El impacto de encargar la trazabilidad a estas alturas a la atención primaria es menor. La atención primaria tuvo que tener este rol desde un principio porque está inserta en los territorios y conoce sus comunidades, sin embargo, el Gobierno se encapsuló en sí mismo centralizando esta responsabilidad en las SEREMIS de Salud que no dieron abasto”.
El médico además expresó que “la atención primaria, desde el primer día ha estado trabajando, haciendo una serie de atenciones que normalmente hace en tiempos de pandemia con las dificultades que eso significa. También ha estado haciendo trazabilidad dentro de sus capacidades, considerando que las Seremis de Salud no han entregado toda la información, ni los lineamientos para hacer esto adecuadamente. La atención primaria no se ha quedado durmiendo, si no que ha tomado posiciones activas ante la crisis, haciendo lo que normalmente hace en tiempos de pandemia con la sobrecarga, los pocos elementos de protección que se entregan”.
Lagomarsino agregó que la trazabilidad y seguimiento es una medida que tiene que ser longitunal en el tiempo, pero que es mucho más útil en las primeras etapas. “Tenemos casi 150 mil personas contagiadas y, claramente, no tiene ningún sentido contactar a la persona que tuvo el diagnóstico de Covid-19 hace un mes, porque no se va acordar de las personas con las cuales tuvo contacto estrecho, el seguimiento tiene que ser prospectivo con los nuevos casos que se vayan diagnosticando”.
Por su parte, Carolina Carreño, abogada del Departamento Jurídico de DDHH de Fundación Equidad también enfatizó en que esta medida debió tomarse desde un inicio, dado su éxito en otros países. “La trazabilidad en la atención primaria es una de las medidas más exitosas que existen actualmente en beneficio del combate del Coronavirus. Aquí tenemos ciudades como Georgia, donde las autoridades hicieron un riguroso seguimiento a los casos positivos y vigilancia exhaustiva a los contactos. El caso de Islandia, que chequeó desde un comienzo a cada persona sana o enferma que ingresara a la isla, junto con aislar a los casos contagiados y a todos los sospechosos y hacer un seguimiento a cada caso positivo. Por otro lado, Cuba aplicó la vigilancia epidemiológica, que es considerada por la Organización Panamericana de la Salud como una estrategia agresiva para frenar la pandemia, junto con realizar pesquisas por casa, la misma medida que aplicó Costa Rica, así como Italia«.
Carreño, agregó que, la atención primaria “es la encargada de delimitar cuál es el marco en cual nos estamos enfrentando, en ese sentido, para evitar que la epidemia se propague, es tremendamente importante que sean ellos los encargados de realizarla”.
El presidente de la fundación aclaró que “de todas formas, nos preocupa que luego se utilice a la atención primaria que está a cargo de las municipalidades como chivo expiatorio dado que se le entregó una responsabilidad muy tardíamente”, finalizó.
