El gobierno y los economistas neoliberales se niegan a fijar un control tutelar en el mercado a efectos de contener la escalada de precios. ¿Por qué? Los neoliberales sostienen que los productores guardarán parte de su producción para generar un cuadro de escasez que, en definitiva, empujará al alza los precios. Sin embargo, el titular de Conadecus recuerda que el Estado cuenta con las herramientas para prevenir efectos indeseados de esa política económica. Además denuncia falta de stock de las marcas más baratas de harina y aceite en los supermercados.
Hernán Calderón denuncia una serie de situaciones que dan cuenta de la indecencia de muchos que, incluso en medio de una terrible pandemia, no dejan pasar oportunidad de ganar dinero más allá de lo que sería legítimo y sensato. “Hay mucho sinvergüenza enriqueciéndose en estos momentos gracias a la especulación y el acaparamiento”, acusa el Presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios, Conadecus.
“Hoy en las poblaciones el kilo de pan llegó a los 1.500 pesos, aumentando un 50% su valor. En los supermercados ya no están disponibles productos esenciales como el aceite y la harina de las marcas más baratas, las que son vendidas sólo al por mayor. Es evidente que aquí hay especulación y acaparamiento, por lo que urge que el Estado fije precios y tome las medidas que permitan evitar fenómenos no deseados que se asocian a esta fijación de precios, que es lo que esgrimen los economistas neoliberales para desestimar esta herramienta”, señala Calderón.
Sin embargo, el llamado de Calderón y otros parece chocar con la muralla de la ideología, que rechaza esta opción ya que, de forma contraproducente, provocaría acaparamiento por parte de los productores y un mayor grado de especulación. En el fondo, propiciaría lo que precisamente pretende evitar, lo que es una tontería si se piensa que la fijación de precios debe ir acompañada de otras medidas, como es el control tutelar que ejerce el Estado -a través de las mismas Fuerzas Armadas- sobre la producción y la distribución, que es lo que hacen los países en guerra para garantizar el abastecimiento y un comercio justo. Es más: no es raro, en países normales, que el Estado confisque los medios de producción y distribución. “Desde luego que todo esto es temporal y dura mientras se extiende la crisis”, se apresura en aclarar el timonel de la organización que defiende a los consumidores.
“Nuevamente vemos el exceso de ideología de quienes defienden un modelo económico con dogmatismo extremo, incluso en medio de una crisis, y que se oponen a cambiar una coma de lo que existe. Rechazar a priori habla de la falta de calle de los economistas neoliberales, que no se dan cuenta de lo que pasa en las poblaciones más vulnerables del país. El gobierno debe intervenir de manera urgente para evitar un impacto mayor en los bolsillos”, agrega.
“El Estado ya debe intervenir en tiempos normales, como ocurre con los medicamentos, porque en Chile no existe la competencia, pues vemos mercados concentrados e integrados. Si eso ocurre en tiempos normales, más aún va a pasar en momentos de crisis. Ahora mismo, la harina y el aceite más baratos empiezan a escasear en las góndolas porque los mismos grupos supermercadistas controlan la red de distribución”, señala. “El mismo alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, dijo que hoy la canasta que entregaba en su comuna en marzo ya cuesta un 40% más”, indica más tarde.
Asimismo, Calderón expresa su más enérgico rechazo a propuestas que apuntan a reactivar la economía por la vía de reducir impuestos, una idea brutal en un país donde la mayor parte de la recaudación tributaria proviene del IVA, impuesto al consumo que grava incluso a los más pobres. “Es demasiado además proponer una rebaja de impuestos con todo lo que ha pasado. Hay que recordar que las empresas dejan de pagar unos 10 mil millones de dólares anuales gracias a franquicias que le entrega la ley. Deben pagar más, no menos”, concluye.