El Relator Especial indicó que Chile también está sufriendo gravemente el impacto de la crisis climática mundial, incluyendo sequía, desertificación, incendios forestales devastadores, olas de calor mortales, aumento en el nivel del mar, erosión costera y una intensidad cada vez mayor de eventos climáticos extremos.

“Hoy concluyo mi misión de diez días a Chile, un país geográficamente diverso y hermoso que enfrenta crisis medioambientales atemorizantes e interconectadas las cuales han violado durante muchos años los derechos humanos, incluido el derecho fundamental a vivir en un ambiente limpio, saludable y sostenible”.

De esta forma comenzó el texto del Dr. David R. Boyd, Relator Especial de las Naciones Unidas sobre derechos humanos y el medio ambiente, al finalizar su visita de oficial de 10 días a Chile, que incluyó Santiago, Concón, Quintero y Puchuncaví en la región central; Calama y San Pedro de Atacama en la zona norte; la faena de extracción de litio de SQM en el Salar de Atacama; las salmoneras en el Seno de Reloncaví.

También se reunió con la Ministra de Salud, el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, la Ministra de Minería, la Ministra de Medio Ambiente, la Superintendente de Medio Ambiente, la Directora del Servicio de Evaluación Medioambiental, el Subsecretario de Medioambiente, el Subsecretario de
Asuntos Exteriores, el Subsecretario del Economía y Pequeñas Empresas, El Subsecretario de Hacienda y con los funcionarios de estos ministerios. También incluyó al Presidente de la Corte Suprema, los miembros del Tribunal Constitucional, los miembros del Segundo Tribunal Ambiental, los miembros de la Fiscalía Nacional, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, funcionarios locales incluido el alcalde de Quintero, Puchuncaví y Concón, los pueblos indígenas, la sociedad civil, representantes de las agencias de
las Naciones Unidas, activistas comunitarios locales, sindicalistas, académicos, niños, jóvenes y representantes del sector privado.

Recordó que Chile es miembro de la OCDE, de ingresos altos de acuerdo con el Banco Mundial y está clasificado dentro de la categoría de muy alto en el Índice de desarrollo humano de las Naciones Unidas. “Sin embargo, aún se considera a Chile como un país en vías de desarrollo y está plagado de abrumadores niveles de desigualdad. Un notable ejemplo de ello es que el 49,6 por ciento de la riqueza está concentrada en el uno por ciento más rico de la población, mientras que el 80,4 por ciento de la riqueza está en manos del diez por ciento más rico.1 La pandemia de la COVID-19 exacerbó la desigualdad, y afectó a las mujeres,
a los pueblos indígenas, a los pueblos afrodescendientes, a los migrantes, refugiados, niños, jóvenes, personas con discapacidades, personas LGBTQ+, a las personas que viven en áreas rurales y a aquellas que viven en la pobreza. Un grupo particularmente vulnerable corresponde a aquellos que pertenecen a dos o más de estas categorías (interseccionalidad)”.
declaró Dr. David R. Boyd.

“Chile debe responder a la crisis ambiental mediante la puesta en práctica de medidas urgentes para garantizar el acceso universal al agua limpia, al aire limpio y a los ambientes no tóxicos para todas las personas”, dijo Boyd.

“Resulta completamente inaceptable que las niñas, niños y jóvenes de algunas comunidades estén creciendo sin un abastecimiento fiable de agua en sus hogares y escuelas y que estén expuestos a químicos tóxicos que amenazan su salud”, señaló.

El experto de Naciones Unidas hizo un llamado a desarrollar leyes y normas ambientales más fuertes, asignar mayores recursos a la protección ambiental y llevar a cabo un cumplimiento más estricto de las normas ambientales en el país.

El Relator Especial dijo estar impresionado con el liderazgo de Chile en la necesaria transición hacia la energía renovable. “Estuve gratamente sorprendido al saber que Chile es el número uno en el mundo en la participación de la electricidad producida con energía solar y la reciente Ley Marco de Cambio Climático de Chile es muy sólida”.

También aplaudió el cierre de ocho centrales eléctricas a carbón y el inminente cierre de la fundición estatal en Ventanas como uno de los pasos tan necesarios para aliviar la contaminación extrema en las zonas de sacrificio y para el combate del cambio climático.

El experto mencionó que Chile también está bien posicionado para cumplir con su compromiso de proteger el 30 por ciento de su territorio terrestre y marítimo para 2030 y ya ha protegido 21 por ciento de su territorio y 41 por ciento de sus océanos. El Gobierno también está trabajando en muchas iniciativas prometedoras relacionadas con las personas defensoras de los derechos humanos ambientales, los impuestos verdes, los delitos ambientales y más, sin embargo, Boyd advirtió que su implementación y cumplimiento son clave.

El experto indicó que todas las futuras medidas climáticas y ambientales que tome el Gobierno de Chile, incluida su Estrategia Nacional del Litio, la descarbonización y la protección de la biodiversidad, deben tener un enfoque basado en los derechos humanos que priorice los derechos de los grupos y las personas vulnerables incluidos los derechos de los Pueblos indígenas al consentimiento libre, previo e informado sobre los proyectos en sus territorios.

“El Gobierno tiene el objetivo ambicioso de lograr una transición socioeconómica justa, una meta que es absolutamente necesaria en un país que enfrenta enormes desafíos ambientales y una desigualdad sistémica”, dijo Boyd. “Los derechos humanos deben ponerse en el centro de este esfuerzo. Esta es una obligación legal, no una opción.”

Durante su visita, el experto de las Naciones Unidas viajó a la zona norte, centro y sur del país donde visitó Quintero-Puchuncaví, Calama, el Salar de Atacama y Puerto Montt, así como también Santiago. Se reunió con funcionarios locales de gobierno, jueces, fiscales, el Instituto Nacional de Derechos Humanos, miembros de las agencias de las Naciones Unidas, representantes de las empresas y académicos.

El Relator Especial mencionó estar impresionado por el testimonio apasionado y profundo de miembros de la sociedad civil, Pueblos indígenas y comunidades locales, muchos de cuyos líderes eran mujeres.

“Me sentí profundamente conmovido por las historias de dolor, sufrimiento y temor que compartieron las víctimas de las injusticias ambientales de Chile”, dijo Boyd. “Las personas que defienden el asombroso patrimonio natural de Chile son héroes para el planeta y la humanidad y hago un llamado al Gobierno a responder con urgencia y de manera positiva a sus inquietudes y recomendaciones”.

El Relator Especial presentará un informe completo ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo de 2024.

Accede a la Declaración

David R. Boyd (Canadá) fue nombrado Relator Especial sobre derechos humanos y el medio ambiente el 1 de agosto de 2018. Es profesor adjunto de derecho, políticas y sostenibilidad en la Universidad de Columbia Británica. @SREnvironment

Los Relatores Especiales forman parte de lo que se conoce como los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos. Los procedimientos especiales, la entidad más grande de expertos independientes del sistema de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, es el nombre general de los mecanismos para informar y asesorar desde una perspectiva temática o de país en todo el mundo. Los expertos de procedimientos especiales trabajan de manera voluntaria; no forman parte del personal de las Naciones Unidas y no reciben remuneración por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y sirven en su capacidad individual.

Fuente: https://www.ohchr.org/

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