El Acuerdo de Escazú contiene disposiciones específicas para la defensa de las personas y el medio ambiente, pero el gobierno de Sebastián Piñera se rehusa a firmarlo argumentando que nuestra legislación ya cubre todos sus temas.
El acuerdo de Escazú contribuye a la protección del derecho de cada persona, de las generaciones presentes y futuras, a vivir en un medio ambiente sano y en una sociedad más pacífica, justa y sostenible, y espera beneficiar a más de 500 millones de personas a los largo de América Latina y el Caribe.
Sin embargo, este lunes por la noche la ministra de Medioambiente, Carolina Schmidt, publicó un tweet en el que dejaba de manifiesto la opinión de su cartera de no firmar el acuerdo por la Información, la Participación Pública y la Justicia en asuntos ambientales, más conocido como el “Acuerdo de Escazú”, repitiendo afirmaciones poco veraces como que “Chile tiene ya en su legislación ambiental incorporado todos estos temas a diferencia de los otros países de AL y el Caribe”.
El tratado es fruto de una serie de largas conversaciones y negociaciones entre los países de la región para alcanzar el desarrollo sostenible a través de la implementación efectiva de:
- Los derechos de acceso, que contemplan el derecho de la ciudadanía a ser informada y la obligación del gobierno a ser transparente.
- La participación de la ciudadanía en la toma de decisiones respecto a las materias que la afecten.
- Acceso a la justicia nacional en el caso de que uno de esos derechos sean vulnerados.
Si bien Chile, durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, lideró las negociaciones del Acuerdo, en su segundo gobierno, y dos días antes de la firma oficial, Piñera decidió desdecirse de su compromiso con explicaciones muy poco claras, pese a todas las presiones realizadas tanto a nivel nacional como internacional.
“No permitiremos que nos vuelvan a fallar”
El activista de FFF Chile y embajador del Acuerdo de Escazú para América Latina y el Caribe, Sebastián Benfeld, señaló que “Es indignante la respuesta que ha dado la ministra para no firmar el Acuerdo de Escazú. Hoy día en Chile las comunidades y territorios deben enfrentarse a importantes estudios jurídicos para defender su tierra de nuevos proyectos contaminantes”.
“Tampoco existen mecanismos de participación temprana y en muchos de los casos las comunidades se enteran de los proyectos cuando estos ya se empiezan a construir. Yo espero que el desarrollo sostenible del que habla tanto la ministra como este gobierno dejen de ser tan solo dos palabras en un mero discurso y se traduzca en acciones concretas, por ejemplo, en la firma de Escazú”.
Para Benfeld “el gobierno ya nos falló a todos los jóvenes del mundo una vez en la COP 25, no permitiremos que nos vuelvan a fallar dejándonos fuera del Acuerdo por los Derechos Humanos y el Medioambiente más importante de los últimos 20 años”.
En Chile los defensores medioambientales son perseguidos y asesinados
En tanto, la representante electa del público para el Acuerdo de Escazú, Andrea Sanhueza, encaró a la ministra con la frase “Ministra Chile necesita Escazú, menos arrogancia por favor, además urge implementación efectiva de derechos de acceso y no sólo legislación”. Además afirmó que “Chile no tiene participación temprana, ni medidas afirmativas para defensores ambientales, ni información ambiental para pueblos originarios”, la representante electa terminó su intervención pidiendo a la ministra que “por favor no desinforme”.
Desde la organización universitaria CEUS Chile, Isabella Villanueva, señaló que “en el caso hipotético de que Chile efectivamente cumpla, a través de su legislación ambiental, con los diferentes puntos del Acuerdo de Escazú, entonces ¿cómo nos hacemos cargo de la muerte de Macarena Valdés; defensora ambiental asesinada en 2016. O de las diferentes amenazas de muerte que han sufrido una lista no menor de defensoras y defensores ambientales en los últimos años?”
Además, la vocera de la organización universitaria aseguró que el acuerdo “no es un check list de leyes ambientales que deben cumplir cada uno de los países, sino que es un tratado regional que nos permite avanzar en temas de derechos humanos, participación y transparencia. Que en particular son tres puntos sumamente sensibles en la legislación ambiental en Chile”.
“Me gustaría hacerle la invitación a la ministra a dejar un poco de lado la arrogancia que ha mostrado el gobierno en temas ambientales. Hoy día no somos el jaguar de latinoamérica, menos en los temas ambientales, nos falta mucho por trabajar y es importante que nos sentemos también a conversar entre la ciudadanía y entre las comunidades afectadas para frenar la crisis socioambiental que vive nuestro país”, añadió Isabella Villanueva.
En Chile hay 350 mil personas sin acceso a agua
En tanto, desde Greenpeace Chile, Estefania Gonzalez, afirman que “es incomprensible que precisamente sea la ministra de medioambiente la que siga sosteniendo que los derechos ambientales en Chile están resguardados, cuando en este contexto de pandemia ha quedado en evidencia nuevamente que no es así, con las más de 350 mil personas que no tienen acceso al agua, mientras hay industrias que ocupan más del 80% del agua del país, mientras hay personas que viven en las zonas de sacrificio que en medio de esta crisis sanitaria se tienen que ver enfrentados a pick de contaminación de dióxido de azufre, que puede significar realmente la muerte dentro de este contexto”.
“Y la verdad es que las excusas que ha dado el gobierno ya no dan para más, porque la realidad hoy día supera cualquier tipo de pronóstico. Es urgente que el gobierno deje de dar excusas y firme el acuerdo de Escazú porque es la única manera de poder garantizar y resguardar los derechos de las defensoras y defensores ambientales, pero también de las personas que hoy día, por vivir en un medioambiente que no está sano, ven afectada directamente su salud y su vida”, afirmó González.
Quintero y Puchuncaví: Sin oxígeno en el hospital
En la misma línea, la vocera del movimiento Mujeres en Zona de Sacrificio, Katta Alonso, respondió a los dichos de la ministra con la frase “la ministra lo que hace es: miente, miente y miente que algo queda”.
“Nosotros en Quintero y Puchuncaví estamos con picks de CO2 recurrentes, con el aire muy malo, hemos pedido incansablemente que en estos tiempos de pandemia bajen sus emisiones, porque tiran todo en la noche y en el día está irrespirable, con un olor a gas muy fuerte, la gente con muchos problemas respiratorios y ahora con el coronavirus los síntomas son muy parecidos, entonces ¿qué va a pasar?¿Qué están esperando, que se muera toda la población? Y además no tenemos ni siquiera oxígeno en el hospital de Quintero, no hay nada. La verdad es una verdadera vergüenza lo que habla la ministra”.
“Ella tiene que firmar el acuerdo de Escazú porque ya somos muchos los dirigentes amenazados y estamos a la deriva porque al final nadie nos cuida de nada. Necesitamos urgentemente que se firme el Acuerdo de Escazú y que se reduzcan las emisiones. Es lo mínimo que podemos pedir en tiempos de pandemia”, añadió Katta Alonso.
Hay miedo a las represalias de los dueños del agua
De la misma forma la luchadora Eco feminista en Defensa del Agua, Barbara Astudillo, comentó:
“Vivo en un territorio golpeado por la sequía y por el saqueo del agua, donde vive gente que prefiere no hacer una denuncia o que no da su nombre al ser entrevistada por los medios porque temen a las represalias de los dueños del agua, donde nadie pregunta nada antes de arrasar con el bosque nativo e instalar hectáreas y hectáreas de paltos. ¿Cómo puede la Ministra Schmidt ser tan ciega a esa realidad? ¿Cómo puede este gobierno seguir negando la importancia de firmar el Acuerdo de Escazú y comprometerse a aplicar?”