Para saber cómo sería una Constitución Feminista para Chile, hablamos con las candidatas que apoya la Coordinadora Feminista 8M que nos revelaron los puntos clave de una carta magna con perspectiva de género y las dificultades que deberán sortear para lograrlo.
¿Cómo sería una Constitución feminista? ¿Qué tan difícil será lograrla? Son algunas de las preguntas que surgen a horas de que en Chile se desarrolle la elección de la primera convención constituyente paritaria del mundo.
Para aclarar estas dudas, nos acercamos a las candidatas de la Plataforma Feminista Constituyente y Plurinacional, bajo el alero de la Coordinadora Feminista 8M, que tendrá a 17 candidatas independientes representando desde el Norte Grande hasta Tierra del Fuego.
8 Claves de una Constitución Feminista
- Establece derechos universales equiparando la cancha al entender que todas las personas son diferentes.
- Reconoce que mujeres y disidencias se encuentran en una posición de discriminación.
- Reconoce el rol del cuidado como un trabajo.
- Repiensa el rol del estado. ¿Será un estado cuidador? ¿Un estado solidario? ¿Otro rol?
- Distribuye el poder de una manera más colaborativa, más solidaria estableciendo organizaciones en redes y no jerárquicas.
- Consagra un nuevo sistema de seguridad social de reparto, tripartito y solidario.
- Representa territorios e intereses diversos como la lucha socio-ambiental, el sindicalismo, la lucha por la vivienda, por la salud y la de pueblos originarios y migrantes.
- Consagra la lucha contra el modelo neoliberal, capitalista, colonial y patriarcal.
“Algunos creen que una constitución feminista es una que privilegia a un grupo de personas, pero esto no es así. El feminismo busca la igualdad y la reivindicación de nuestros derechos. Sabemos que es un catálogo de derechos muy grande, como la consagración de nuestros derechos sexuales y reproductivos o la consagración de los cuidados como un trabajo, por lo que es importante que las leyes que se dicten posteriormente a esta nueva Constitución vayan respondiendo a las muchas demandas feministas que se seguirán levantando”, explica Alexandra Machuca Norambuena, licenciada en Derecho y candidata por el Distrito 20.
“Que tengamos una Constitución Feminista es tener una Constitución con perspectiva de género: que desde el principio al fin de esta Constitución el estado reconozca que las mujeres y disidencias sexuales nos encontramos en una posición de discriminación”, agrega la Alexandra.
El rol del estado y la distribución del poder
Para Nicole Cornejo Pino, candidata del Distrito 24, la conceptualización de una Constitución Feminista debe cambiar las lógicas que nos han regido hasta ahora. “Tiene que ver con cuál es el rol del estado: si es un estado cuidador, uno subsidiario, uno solidario, etc. Tiene que ver con establecer derechos sociales universales, pues las mujeres somos distintas a los hombres, las personas son distintas entre sí y hay que equiparar la cancha entendiendo las diferencias. Y con el reconocimiento del rol de cuidado como un trabajo”, señala.
A ello hay que sumar un tema clave para la candidata: Cómo nos relacionamos y distribuimos el poder en esta nueva Constitución. “En el movimiento feminista que se ha articulado históricamente en nuestro pueblo y en diferentes pueblos, se buscan formas de organizarse de una manera más colaborativa, más solidaria, estableciendo organizaciones en redes y no jerárquicas”.
“Abordar la distribución del poder va a ser una de las cuestiones centrales y se dará solo si mantenemos una movilización activa y entendiendo que seremos representantes del poder constituyente, pero que ese poder va a seguir residiendo en las localidades y comunidades que iremos a representar”, explica Nicole Cornejo.
Poner el trabajo de cuidados en el centro
Las candidatas feministas de la Plataforma apoyada por la Coordinadora 8M acordaron 11 principios base para la nueva Constitución, pero además tienen puntos en común respecto de su visión sobre el trabajo y la seguridad social, donde los Cuidados son un eje protagónico.
Para organizaciones dedicadas a la economía feminista, como Cooperativa Desbordada, los cuidados son un elemento central que debe incorporarse en nuestra carta magna, y para las candidatas feministas el compromiso es defender estas reivindicaciones e incluirlas a nivel constitucional.
“Hay una centralidad puesta en el trabajo de cuidados. Necesitamos garantizar el trabajo de cuidados como un trabajo real”, señala Elisa Giustinianovich Campos, candidata del Distrito 28. “Comprendemos que hay una invisibilización grave a este trabajo que sostienen principalmente las mujeres de una forma precarizada”.
Para Elisa son tres los puntos clave:
- Visibilizar y reconocer los cuidados como un trabajo.
- Que el estado se haga cargo de otorgar seguridad social a las mujeres y personas cuidadoras.
- Avanzar hacia una corresponsabilidad con políticas públicas.
Para Alondra Carrillo Vidal, candidata del Distrito 12, es importante ubicar a los cuidados al interior de la discusión sobre una efectiva seguridad social en Chile, pues hoy el sistema es ciego a este tipo de trabajos fundamentales para sostener la vida y la sociedad. “A quienes han trabajado toda su vida cuidando a otros, al final de sus vidas se les dice que nunca han trabajado y que su trabajo no merece pensión”, nos recuerda.
Para Alondra es imperativo avanzar en una política de cuidados contra la perpetuación de la precariedad, “lo que supone una lucha colectiva por la erradicación del actual sistema de pensiones y la consagración de un nuevo sistema de seguridad social. Desde el movimiento feminista hemos asumido como nuestra la propuesta de No + AFP, de un sistema de seguridad social de reparto, tripartito y solidario”, explica.
“Se nos ha dicho que terminar con las AFP no es una demanda feminista ni una demanda de las mujeres y nosotras hemos dicho una y otra vez que por supuesto que lo es. La consagración de un nuevo sistema de seguridad social es una de nuestras principales luchas”, recalca Alondra Carrillo.
Los obstáculos que habrá que sortear
Tener una convención paritaria generó esperanza a la hora de pensar en una Constitución que asegure equidad a las mujeres y personas no binarias, sin embargo las candidatas son más realistas: “la paridad no asegura nada”, dice Karina Nohales Peña, candidata del Distrito 10. Para ella es probable que algunas de las mujeres electas no se definan feministas e incluso podrían estar en contra de las demandas históricas del movimiento. “La potencia del feminismo es tal, que ellas van a entrar gracias al feminismo, y eso no se les puede olvidar”, sostiene.
Para Karina las demandas del movimiento no caben en su totalidad en el marco de una constitución, por lo que no hay que entender este proceso como el final del camino “sobre todo si está bajo el alero de un estado profundamente patriarcal y capitalista”.
“Es muy importante permear el conjunto de la Constitución con nuestros deseos, poniendo nuestras vidas al centro con nuestras demandas. Este es un momento de la política radicalmente transformador y que está en curso”, añade.
“Es la insistencia de estar allí donde no nos quieren. Hemos dicho que no queremos que nadie hable en nuestro nombre, y nuestra voz también es indelegable en el espacio de la convención”, sostiene Karina Nohales.
“Feministas” cómplices de la precariedad
La Plataforma Feminista Constituyente y Plurinacional reúne a candidatas respaldadas por la Coordinadora 8M que representan territorios e intereses diversos, pero que según Francisca Fernández Drogget, candidata del Distrito 10, han construido un feminismo desde la lucha territorial”.
“Hay compañeras de la lucha socio-ambiental, sindicalistas, por la vivienda, de la lucha por la salud, de pueblos originarios, migrantes, y es desde allí que nos hacemos feministas, desde los pies en la tierra y con la plena convicción y conciencia de las reivindicaciones de comunidades, territorios y pueblos donde nos anclamos. Ese es el feminismo”, dice Francisca Fernández.
“Acá hay una crítica estructural. No nos interesa más la política de ‘la medida de lo posible’. Muchas de las hoy candidatas feministas han sido parte de la perpetuación de la precariedad, de la violencia y las discriminaciones. Queremos transformarlo todo y ese es el feminismo que vamos construyendo”, agrega la candidata, asegurando que el movimiento reúne a colectividades distintas que “entretejen la lucha feminista como una lucha contra el modelo neoliberal, capitalista, colonial y patriarcal”.
Victoria Arriagada Oyarzún, de La Lista del Pueblo en el Distrito 25, explica que sus propuestas buscan llegar de manera transversal a la ciudadanía, por lo que han ido construyendo un proceso desde los espacios sociales y desde sus espacios mas inmediatos, como la familia y redes cercanas. Para ella es un movimiento muy heterogéneo, amplio y diverso, que nace desde las mujeres populares incorporando demandas históricas de parte de la sociedad completa, incluidos los varones. “Con feministas de distintas corrientes es a través del debate, la discusión política y en nuestros espacios sociales donde vemos nuestras convergencias o divergencias”.
Para Dayana González, del Distrito 3, este espacio se construye y se levanta con un feminismo de clase que es de los pueblos y que viene a dignificar. “Va más allá de solo hablar de una Constitución de género. Es poner las problemáticas de las mujeres como asuntos políticos y generar espacios de diálogo y debate con la convicción de levantar candidaturas independientes, no al alero de los partidos políticos que han precarizado nuestras vidas. Ese es nuestro punto de encuentro y nuestro punto de diferencia con muchas de las compañeras feministas que están en otros espacios”, señala, agregando que están construyendo “para todas, para todos y para todes”.